Bodegas Principia Un tesoro biodinámico en el corazón de Fermoselle

Mi nombre es Roberto Rodríguez Núñez y parte de mi familia desciende de este peculiar pueblo llamado Fermoselle, ubicado entre los ríos Duero y Tormes. Imagina el espectáculo. Además, cuenta con la virtud de estar dentro de un Parque Natural y Reserva de la Biosfera. ¿Por qué les cuento esto? Los viñedos se encuentran en diferentes laderas: norte, sur, este y oeste. En total, abarcan unas 8 hectáreas y están cultivados bajo el régimen de viticultura biodinámica, aunque aún no estamos certificados.

Los suelos son pobres o muy pobres, principalmente compuestos por granitos en descomposición. También podemos encontrar algo de arcillas y pizarras (gneis). Esto nos obliga a utilizar abono orgánico y aprovechar todas las plantas que crecen en nuestro viñedo, como compost, para las cubiertas vegetales. ¡Qué suerte en primavera, cuando todo está en su esplendor! Diferentes variedades con colores distintos se entremezclan en el mismo viñedo, junto con olivos o melocotones. Nuestros antepasados eran muy inteligentes.

No debería seguir hablando de la Bodega, porque se nota claramente que estoy enamorado de ella. Me produce un gran placer elaborar vinos en esta peculiar bodega, ya que siento que mis antepasados que elaboraron vino aquí me guían y aconsejan para comprender mejor las uvas que llegan del viñedo. Estas uvas son recolectadas a mano y rara vez superan los 2000 kilos por hectárea. Ellas mismas se regulan, ya que tienen casi 100 años de sabiduría.

Esto para mí, es una increíble biodiversidad, que ayuda a los viñedos a recoger del cielo la tierra y el sol, lo que necesitan para poder expresar en la uva lo que tenemos en nuestra zona, una virtud que intentaremos no estropear en la elaboración del vino en nuestra bodega que data del 1700 picada en pizarra y roca granítica sostenida con arcos de medio punto bajo tierra y casas, temperatura estable de 12 grados..