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Bodegas Pascual Fernández Frontera Natural, es el resultado final de un sueño de la Familia, que desde hace décadas trabaja en el territorio, en su desarrollo y su impulso.

Poner en valor la Excelencia, la Calidad y la Esencia de la Tierra que nos vio nacer, es la visión que mueve a Jose Luis y Sonia a adentrarse en una aventura llena de pasión, ilusión y sentimiento.

Este proyecto familiar nace desde el respeto y la admiración a la gente de nuestra tierra, a aquellos hombres y mujeres que a lo largo de décadas han “modelado” las laderas de los Ríos Duero y Tormes en la Villa del Vino, Fermoselle, y su entorno y lo han hecho desde la gran sabiduría que da la historia, la tradición y el saber hacer de aquellos que recogen la experiencia de cientos de años cultivando y elaborando los mejores vinos de la península ibérica.

Una tierra virgen y natural como ninguna otra en todo el país, resultado de la conservación y manejo sostenible realizado por nuestros antepasados, a lo largo de la historia y que ahora, como herederos de ese legado, nos permite contar con un “terroir” único, con características inmejorables para ofrecer grandes vinos con personalidad y expresividad irrepetibles.

Nuestro Reto: Elaborar “Vinos Únicos” que rindan el merecido homenaje que los viticultores heroicos de esta tierra, se han ganado durante siglos, poniendo en nuestras manos, su valor más preciado, la tierra, … nuestra tierra

Nuestra Responsabilidad: Poner en lo que hacemos La Pasión, Sentimiento y Amor que necesita una tierra que se entrega, cuando la mimas.

Nuestra seña de Identidad: Pureza, Originalidad y Expresividad

Nuestro Compromiso: Realizar una Viticultura Tradicional y Natural de respeto absoluto a la tierra y a la viña para obtener pureza en cada botella de Siete Peldaños.

Nuestra Marca. SIETE PELDAÑOS

En la simbología hebrea, el "siete" indica ordinariamente que la medida está completa, que se da un resultado relativamente perfecto, que hay cierta plenitud.

El siete es el símbolo de la dimensión espiritual que envuelve la materia, es el contenido interior, sin el cual el mundo no puede existir. Sin esa fuerza espiritual sería similar al cuerpo sin alma.
El siete simboliza la fuerza vital, la séptima dimensión,
. . . aquella que sin ser vista posibilita la existencia.

Cada Botella de nuestras elaboraciones limitadas llevará en su etiqueta el nombre comercial SIETE PELDAÑOS seguido de la variedad de uva utilizada en esa edición.

Todas nuestras elaboraciones son exclusivas y limitadas, tratadas con la dedicación y esmero que supone la responsabilidad de no defraudar nunca ningún momento compartido con nuestros vinos.

Nuestra Obsesión: El detalle. Hasta el último detalle tiene que estar perfecto para que los clientes de Siete Peldaños siempre encuentren la plenitud al degustar cualquiera de nuestros vinos. Como ejemplo, los corchos de nuestras botellas son testados y garantizados individualmente para asegurarnos que no contiene TCA mediante procedimiento probado y patentado. Ejemplo de ese trato individual y personalizado…

Siete, son también las variedades que utilizamos en nuestra elaboraciones limitadas. Elaboraciones todas ellas Monovarietales o Monocastas, al objeto de que cada variedad pueda ofrecer a los afortunados consumidores todo el esplendor, expresividad y personalidad única y diferenciada.

Puesta en Cruz y Malvasía, en vinos Blancos.
Bruñal, Mandón, Juan García, Garnacha y Tempranillo, en vinos tintos.

Puesta en Cruz, Bruñal y Mandón son auténticas joyas olvidadas, uvas autóctonas que han estado a punto de desaparecer por sus bajísimos rendimientos o dificultades para producir, pero que a cambio ofrecen siempre CALIDAD sin límites, personalidad en cada trago y sueños sobre la existencia, aún hoy en día, de cosas diferentes por descubrir, con todo ello, y siempre aderezado con el trato y el mimo detallista de “orfebre”, estas castas garantizan siempre, vinos ÚNICOS Y EXCLUSIVOS, para disfrute de afortunados.

Malvasía, Juan García, Garnacha y Tempranillo, ofrecen en nuestra tierra la Diferencia por Bandera, nutridas de las grandísimas cualidades Vitivinícolas que tienen las tierras de Arribes, convierten a los Siete Peldaños monovarietales elaborados con cada una de ellas en objetos de deseo para los que sueñan con reconocer en cada vino una tierra diferente. Vinos Singulares que sorprenden y Enamoran al mismo nivel y que ensalzan sin límite la variedad. Genuinamente Maravillosos.

Responsabilidad con la historia.

El Bisabuelo Julio Ríos, fue uno de los cofundadores de la Cooperativa “Virgen de la Bandera“ en la Villa del Vino, Fermoselle.

Un grupo de hombres y Mujeres de Fermoselle, que tuvieron la visión de la oportunidad de realizar un proyecto que cambiara la Villa del Vino, y que trajeron actividad y riqueza a la Villa en aquellos tiempos del siglo pasado, incorporando una gran alternativa para seguir manteniendo el Viñedo en la Villa.

El Bisabuelo Julio, igual que el resto de cofundadores, tuvieron que hipotecar todos sus viñedos para poder afrontar la inversión, pasando unos años muy duros, viendo como las viñas que durante décadas les habían generado riqueza, ahora estaban dando soporte a su nueva ilusión, Futuro y Prosperidad para sus familias.

Historia con poso de responsabilidad de la viña y el vino en Fermoselle, que obligan a estar a la altura a Sonia y Jose Luis, como hijos de esta tierra, que siempre han estado vinculados al Territorio de la Raya, trabajando y comprometiéndose en proyectos de desarrollo que han generado oportunidades para el territorio. Y ahora aquí, en BODEGAS PASCUAL FERNÁNDEZ FRONTERA NATURAL, cristalizan su pasión y apuesta personal por el Vino y su Cultura.

Fermoselle posee un riquísimo subsuelo, un patrimonio cultural formado por un entramado de calles laberínticas que cuenta con numerosos vestigios ocultos de la España de la Reconquista. «El pueblo de las 1000 bodegas» fue uno de los últimos reductos judíos de la época y sus diferentes pueblos y culturas ampliaron y modificaron los usos de éstas. Bodegas Pascual Fernández recuperó dos de estas antiguas bodegas, edificios catalogados y protegidos como Patrimonio Histórico Artístico de España, para la Sala de Elaboración, Barricas y Botellero poniendo en valor una arquitectura vernácula que potencia la huella judía en el granito de sus arcadas, en el pozo de agua que sirvió para ritos de purificación y en los siete peldaños, uno a uno, que se pisaban para entrar en el aljibe.